lunes, 12 de octubre de 2015

        Veo difícil creer en héroes o súper héroes a los dieciséis, aunque me gustaría. No tengo ni héroe ni heroína capaz de salvar al mundo de los desastres diarios.

        Sería estupendo sentir que hay alguien en el mundo capaz de luchar contra el mal y de vencerlo; como en las películas. Querría creer que el coraje de un niño delgaducho, era capaz de acabar con la maldad que amenazaba con dirigir el mundo.


    Harry Potter con su voluntad y ayuda de los suyos conseguía que Voldemort y todos los mortífagos desaparecieran dejando paso a los magos buenos. Ellos convivían con los maggels sin molestarlos ni dejarse ver. 

   Harry Potter es el hijo de un mago y una maggel (no maga), igual que en la mitología griega, muchos de los héroes eran hijos de la unión de un dios con un mortal.


      Creo que si tuviese que elegir a un héroe ficticio elegiría a ese niño flacucho cuyo poder residía en el amor a los suyos, en su fuerza mental, en su valentía, y que anteponía a todo librar al mundo de Voldemort; el mal, aunque eso le costara la vida.

La verdad, es que si hay héroes en el mundo real; pero son gente como los médicos sin fronteras que atienden en África a enfermos de ébola. O como tantos misioneros que cuidan y conviven con gente enferma de Lepra.O tantos investigadores que dan su vida día a día para encontrar la cura al cáncer.

No conozco a ninguno; pero éstos deberían de ser nuestros héroes.



1 comentario:

  1. Preciosa. Está muy bien redactada y tus reflexiones son muy buenas.
    Me parece estupendo que hayas hecho la comparación entre Harry y los semidioses. En cierto modo comparten esa características de la fusión de dos seres en una misma criatura.

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